Los sevillanos Pony Bravo editan en 2019 su última referencia ‘Gurú', el primer disco en siete años tras 'De palmas y cacerías’, su anterior referencia (sin contar la BSO de 'Carmina Y Amén') 

De su trabajo siempre se ha dicho que es un ejemplo de “ironía y fusión de estilos”, y de metabolizar de forma muy curiosa la tradición, en este caso la de Andalucía Occidental. El grupo sevillano ha devuelto a esa ciudad al primer plano de la música popular (junto con otros como su banda ‘hermana’ Las Buenas Noches y el ‘paralelo’ La Fiera) con gracia, dobles sentidos y la incomparable originalidad que caracteriza su producción disco-y-gráfica. Conciertos, letras irónicas, cartelería, imagen, montajes fotográficos etc. han conformado un entorno tan creativo como llamativo alrededor del cuarteto, lo que le ha permitido gozar de un notable número de seguidores.

Las influencias de Pony Bravo giran en torno al rock andaluz de los 70, con grupos de referencia como Triana o Veneno, grupos nacionales como Radio Futura y Derribos Arias, sin olvidar a grandes maestros del rock andaluz como Silvio, aunque puestos a buscar un leitmotiv de su filosofía habría que recordar a Frank Zappa (¿The Resindents?) proponiendo que la experimentación sea compatible con las expresiones populares.

En su nuevo disco se alemanizan tecnológicamente e incluso rozan la pista de baile, pero canciones como ‘Rey Boabdil’, ‘Loca mente’, ‘Totomami’, 'Casi nazi o 'Relax y Rolex’ engranan bien con sus clásicos ‘El Político Neoliberal’, ‘La Rave de Dios’, ‘Noche de Setas’ o la sarcástica 'Turista ven a Sevilla'.