Alguna gente podrá pensar que no es muy congruente que unos tipos que ya han cumplido los cincuenta, como los de Modestia Aparte, sigan cantando temas como ‘Cosas de la edad’, compuesto cuando eran casi unos adolescentes. Pero por otra parte, ¿tiene algo de malo que la mantengan en su repertorio cuando saben que fue su mayor éxito y que aún hace disfrutar a muchos de los que la escucharon en su día? Lo peor que puede pasar con ese tipo de composiciones es que lleven a la nostalgia, que después de todo es un sentimiento inevitable.

El grupo se formó en 1986 y sus fuentes de inspiración no las ocultaron nunca: el pop luminoso y de estribillos fáciles de tararear que aquí en España habían simbolizado sólo unos años antes formaciones como Mamá, Los Secretos o, a veces, Nacha Pop. Empezaron teniendo un nombre algo más faltón –Modestia aparte, imbécil- y curiosamente sus primeros bolos no los dieron en Madrid, donde vivían, sino en la localidad almeriense de Mazarrón, lugar donde pasaban sus vacaciones.

El quinteto estaba comandado por el cantante y guitarrista Fernando López y en 1988 grabó su primer álbum. Fue para Discos Lollipop, se llamó ‘Por amor al arte’ y lo abría un tema que era una especie de declaración de amor al sitio que los unió: ‘Playas de Mazarrón’.

Vendió 50.000 copias, pero eso sólo fue la avanzadilla de lo que ocurrió dos años después con el lanzamiento de ‘Cosas de la edad’, editado por la discográfica Salamandra y que convirtió a Modestia aparte en una banda puntera del panorama nacional y con un calendario plagado de conciertos.

Fue su punto álgido como grupo, aunque en 1991 volvieron a dar en la diana con su tercer trabajo, ‘Historias sin importancia’, para la multinacional Polydor. Contenía el single ‘Cómo te mueves’, que causó furor entre un montón de quinceañeras. Modestia aparte tocaron en el concierto inaugural de la Expo 92 de Sevilla. Ese mismo año vio la luz ‘La línea de la vida’, en la que intentaron dar un giro musical y ofrecer un producto más serio y adulto.

El experimento no funcionó, las ventas fueron bajando, hubo tensiones internas, cambios en la formación y, en definitiva, una cuesta abajo que decidieron cortar de cuajo en 1994 con un doble álbum recopilatorio y grabado en directo.

‘Modestamente… hasta siempre’ tenía nombre de despedida oficial. Pero en 2002 Fernando López decidió revivir el proyecto, empezando con otro disco en vivo y continuando dos años más tarde con ‘Esto debe ser amor’, donde había versiones de Mamá, Mikel Erentxun o David Summers. En 2002 hubo otro baño de camaradería y viejos tiempos con ‘Modestia Aparte y amigos’, en el que colaboraban, entre otros, Los Limones, La Guardia, Dylan Ferro (cantante de Taxi) o Iguana Tango.

‘Veinte’, publicado en 2008 por Tool Records, es su último disco con temas originales. Desde entonces han vuelto a registrar material previamente ya grabado –en 2018 editaron un recopilatorio de sus tres décadas de existencia, que vio la luz en el sello Atresmúsica- y, aunque no tienen el calendario apretado de bolos de antaño, tampoco le faltan ocasiones para tocar en vivo.